martes, 22 de enero de 2013

Él es la ley - Artículo sobre Comics



Entre otras cosas también he escrito algunas notas sobre cosas que me gustan. Una de tantas es la historieta británica Judge Dredd. El siguiente artículo está actualizado, pero en su mayor parte fue publicado en Alfa Eridiani.


Él es la ley
por M.C.Carper











En 1976 el comic mundial estaba en procesos evolutivos hacia nuevas narrativas y diferentes estilos gráficos, en (EEUU) la Liga de la Justicia con todos los superhéroes y supervillanos de la DC organizados en diferentes bandos tenía vaivenes de ventas.
En Francia, un grupo de dibujantes liderados por Druillet, Dionet y Moebius se mostraban insatisfechos con sus editores por los derechos de autor y la libertad de expresión, un año después, eso daría nacimiento a Les Humanoids, con una inédita manera de mezclar sexo, CF y crítica social.
En Japón, Ozamu Tezuka cedía terreno a nuevos creadores como Leiji Matsumoto y el proyecto de llevar a Capitán Harlock a su versión Anime.
En argentina H. G. Oesterheld daba vida a una segunda parte del Eternauta y la revista Skorpio tenía apenas dos años de existencia presentando sus historietas de aventuras. España por su parte mostraba clásicos de aventuras y se animaba en Blue Jeans y Tótem a mostrar una inteligente cantidad de historietas de ciencia ficción que mostraba la crisis política que atravesaba ese país.
¿Y Gran Bretaña? 

 

Inglaterra pasaba uno de sus peores momentos, con desempleo, agresividad callejera y olas de crimen. Las editoriales disputaban entre ellas cual mostraba mayor violencia en las páginas de sus comics. Luego de fracasar en sus primeros intentos durante ese año, Pat Mills guionista y editor da vida el 26 de febrero de 1977 a 2000 A.D para mostrar violencia en viñetas pero dentro de ambientes de ciencia ficción. Junto a Jhon Wagner, guionista y colega esbozan muchas historias y personajes para la revista. Pronto se une a ellos una nueva generación de guionistas y dibujantes influenciados por el punk y la actitud antisocial en contra del sistema, Alan Moore y Alan Grant como guionistas y entre los artistas a Dave Gibbons, Mike McMahon, Ian Gibson, Carlos Ezquerra y Kevin O’Neill. 

 


Muchos buenos personajes salieron de sus mentes, como los caza recompensas llamados Perros del Estroncio o Rogue Trooper, el Guerrero Azul que podía respirar NAPALM y llevaba las memorias de sus compañeros de pelotón en diferentes piezas del equipo. Harry 20, una especie de Alcatraz Orbital, Los ABC warriors (Los guerreros de la guerra atómica, bacteriológica y química) o el Cazador de robots, pero quien se convertiría en estrella de la revista fue por lejos, Juez Dredd. 

 

La idea era tener un personaje que representase a la ley y solucionara el crimen sin largos procedimientos. Alguien que fuese al mismo tiempo, juez, jurado y ejecutor. El dibujante Carlos Ezquerra se encarga de diseñar el personaje y los escenarios. De sus lápices nace el motociclón de Dredd y la pistola (Lawgiver) la justiciera. También las primeras panorámicas de la ciudad que bautizan Megacity Uno (todo parecido con Deltacity de robocop es una mera coincidencia). 


 
El primer guión aparece el 5 de marzo de 1977, Juez Dredd no dejaría de editarse desde entonces. La riqueza de los relatos de Dredd proviene más del entorno futurístico que del argumento mismo. Cuenta que en 2070, el último presidente norteamericano inicia la guerra nuclear convirtiendo casi todo el planeta en escombros. Los sobrevivientes se agrupan en las costas de EE UU y originan las megacitys. En ellas los rascacielos superan por cientos de pisos a los edificios actuales, la estatua de la libertad está rodeada de autopistas, el Empire State es una construcción insignificante y desalojada. Los bloques llevan nombres de artistas del siglo 20, uno de los más salvajes es el Ozzy Osbourne. Los habitantes de Megacity (alrededor de 800 millones) son una variedad de mutantes, patoteros, rockers, cyborgs y locos. En ocasiones las poblaciones de un bloque entran en guerra con un bloque vecino, en fuertes choques armados, cabe recordar que a medida que descendemos los niveles, los barrios son más marginales hasta los subterráneos cloacales donde habitan las peores alimañas.

 

 Juez Dredd recorre las calles efectuando detenciones o ejecuciones, según el crimen al grito de: “Yo soy la ley” es un grandulón del que sólo podemos ver la expresión hosca de la boca y el poderoso mentón, pues jamás nadie dibujó su rostro sin el casco (hay una excepción en la saga del Juez Cal, pero el rostro de Dredd está tapado por vendas). Es el producto de manipulaciones genéticas y un entrenamiento de 15 años. La ley lo es todo para él. Se atiene a ella sin atenuantes y puede ser justo y honesto de acuerdo a este código. A veces de maneras muy extremas como en el capitulo en el que un chico de catorce años salta el muro de una vivienda para mirar el jardín, algo que no molesta a la dueña de la casa, pero según la ley merece seis meses en el reformatorio. El personaje resuelve cada aventura en las doce páginas de cada número, con un tono irónico de la sociedad actual y comicidad con atisbos sarcásticos a las estrellas del rock; hasta el grupo Ánthrax le dedicó una canción: “I’m a Law!”.

 

Carlos Ezquerra comenzó dibujando las primeras apariciones de Juez Dredd. En esos días no había alcanzado la soltura y la calidad que demostraría después en “Perros de Estroncio”. Durante el primer año se unió a la revista uno de los artistas más perfeccionistas del comic mundial, un genio que luego sería famoso por hacer el primer comic book de DC, Camelot 3000 y una versión inolvidable del Joker con guión de Alan Moore, la Broma Asesina. Se trata de Brian Bolland, el artista que otorgaría al Juez una calidad impresionante precipitando el éxito que aumenta día tras día. Muchos otros virtuosos de distintos talentos continuaron dando vida a Dredd, siguiendo fieles a los bocetos de Ezquerra y el trazo preciso de Bolland, hasta hubo una versión americanizada dibujada por el exótico y fabuloso Simon Bisley (Lobo, Slaine y Death Dealer, Hellblazer).

 
Con el correr de las historias se sumaron compañeros y villanos en las viñetas, mencionarlos a todos es una tarea maratónica pero no pueden dejar de referirse los más destacados. Entre los amigos está la jueza de la unidad PSI, Anderson que después tuvo revista propia.
Max Normal, el informante del Juez y el robot doméstico Walter, que más de una vez lo auxilia en los casos.
 

Pasaron muchos Jueces Líderes a través de las ediciones, en las primeras historias era el Juez Goodman que es asesinado por el Juez Cal y luego el Juez Griffin que soportaría las obsesiones del Juez, hoy ocupa ese puesto, otra compañera de patrulla de Dredd, la Jueza Hershey.
Entre los villanos tenemos al Juez Rico, el clon de Dredd que es condenado a veinte años en la prisión de Titán después de que nuestro héroe lo arresta, lamentablemente Rico volvió para vengarse y sólo encontró su propia muerte
 
 
El Juez Muerte, la criatura sobrenatural que posee a desprevenidos ciudadanos de Megacity para disponer de un cuerpo y sus secuaces caníbales, los Jueces Miedo, Fuego y Mortis. Aquí es asistido por Judge Anderson para exorcizar a estos Jueces Oscuros.
Orlok, el asesino en las Guerras de los Bloques
Sabbath, el Necromago que resucita a todos los muertos de Megacity poblándola de zombies

 
 El Hombre Lobo Blanco de los subterráneos, traficantes de órganos artificiales o robots con fallas de fábrica.
Un malo recurrente suele ser Máquina Loca Ángel, el único sobreviviente de la familia Ángel. Vale contar la historia, pues muchos guiones se continuaban durante cinco o más números convirtiéndose en sagas. La primera fue la de la Tierra Condenada, el desierto ruinoso que separa Megacity Uno de Megacity Dos, construida en Las Vegas, en la costa opuesta de Norteamérica. Una parte de la misma fue censurada en USA, cuando Dredd debe intervenir en una competencia armada entre cadenas de Hamburguesas con obvias alegorías a dos muy conocidas. Otra saga es la del Juez Cal (apócope de Calígula) que nombra juez secretario a su pez telescopio y sentencia a muerte a todos los habitantes por no adorarlo. 

 

La saga que introduce a la pandilla de los Ángel es La Búsqueda del Juez Niño. Dredd debe recuperar a un niño que lleva en sus genes todas las nociones de la ley y que unos secuestradores planean vender. La persecución transcurre por la Tierra Condenada y una variedad de planetas hasta llegar a un alejado rincón de la galaxia. La pandilla estaba compuesta por Pa’ Ángel, Link, Júnior y Madmachine. Este último era el único que no se divertía matando o descuartizando colonos desprevenidos. Preocupado por esta “oveja blanca” en su familia, Pa’Angel le amputó el brazo y le operó el cerebro colocándole un dial en la frente para graduar su violencia. Juez Dredd los mata a todos para descubrir que la profecía del Niño Juez es una farsa y abandona al niño malvado con otros traficantes.

 
En 1994 se rodó una película protagonizada por Silvestre Stallone y esa fue la primera falla. En la segunda escena Juez Dredd se quita el casco y nos muestra la cara de Rocky Balboa, además los escenarios parecen de utilería, la moto lawmaker se ve muy artificial y en su conjunto está muy alejado del concepto oscuro de Megacity de los comics. Fergie, el gigante rodeado de moscas, bruto y letal se muestra en la persona del pequeño actor de “Gigoló por accidente”Rob Schneider. Diane Lane interpreta a Hershey, Armand Assante a Rico y Max Von Sydow a el Juez Líder (actor de interesantes apariciones en Dune, Conan, Flash Gordon, El Exorcista o Minority Report), pero están desperdiciados y todo es una especie de secuela de Demolition Man.

 

Los años pasaron sin ninguna noticia sobre una nueva adaptación de nuestro Juez en la pantalla grande, hasta el 2012, donde llegó DREDD dirigida por Pete Travis y con el gran Karl Urban interpretando al personaje. Digo “gran” porque he aprendido a respetar a este actor que ha encarnado a Eomer en  ESdlA, a nada menos que al “nuevo” Doctor Leonard “Bones” MacCoy en la nueva Viaje a las Estrellas y también aparece en la versión fílmica del video juego Doom, el primero en 3D y primera persona. En esa película trabaja Dwayne Jhonson, The Rock. 

 

Cuando comencé  a verla pensé que era el protagonista central de la peli pero hacia la mitad el que se come toda la acción es Urban. La película se llama Dredd a secas y me parece muy bien, como diciendo que la cosa vendría de pocas palabras, directo a la acción y sin mucho circo. La verdad es así. Esta vez no cometieron el error de querer sintetizar veinte años de comics en una película como en la desastrosa Linterna Verde, hay una situación. Dos jueces quedan atrapados en unos bloques de viviendas a merced de todos los bandidos que lo habitan a las órdenes de una mafiosa llamada Ma Ma. Por suerte y con una actriz super adecuada, aparece Juez Anderson, la de la División Psi, pero aquí como una novata que Dredd debe probar. La interpreta Olivia Thirlby.
 

 

 
 La música de Paul Leonard-Morgan remite un poco a Terminator y a Robocop, lo que me parece muy acertado. Pero lo magnífico de esta película es su respeto al comic. Acá Dredd jamás se ve sin el casco, el casco es parte de su cara y la expresividad la da el mentón, la boca y los dientes. Hay una escena de interrogatorio, con un Dredd ya muy hastiado done vemos primeros planos de la parte inferior del rostro y nadie puede dejar de recordar las cientos de viñetas del comic donde vimos eso mismo. La historia no dura más que noventa y cinco minutos y me juego que pronto se convertirá en una película de culto para los fans de Dredd. Sólo falta cruzar los dedos para que se animen a realizar una secuela,
Con más de treinta años de existencia Juez Dredd continúa afirmando que él es la ley.

3 comentarios:

  1. Muy buena nota! Voy a ver este fim, aunque jamás lei a Dredd. Mario, sé que no te van los super héroes, pero esta historia, ¿es diferente?

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    1. Sí, Jorge. el comic inglés en realidad tiene una onda diferente a la de los superhéroes. Aunque los guionistas británicos, le han dado a los superhéroes famosos de Dc otra dimensión. Dredd no tiene super poderes, es un hombre como cualquier otro. la gracia de ese personaje es su personalidad y también como juega las situaiones con el entorno. Muy recomendable por lo divertido.

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    2. ¡Muchaas gracias, Jorge, por comentar!

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